Pero que nadie se preocupe, aún está a 7.800 años luz (la medida anterior era de 15.600).
Con sus mediciones, los científicos han podido calcular que el agujero negro se desarrolló a partir de una explosión de supernova y que se mueve por el espacio a una velocidad de 40 kilómetros por segundo. «Con esta información nos hemos hecho una mejor idea de cómo evolucionan los agujeros negros», ha explicado Peter Jonker, del SRON. «Ahora estamos tratando de aplicar el mismo método de medición a otros agujeros negros».
Aquellos interesados en profundizar en el apasionante tema de los agujeros negros, lo puede hacer en nuestro libro Agujeros negros y otras faunas estelares, de Rafael Alemañ.
Apenas nadie pudo augurar el éxito que la expresión agujero negro, inventada en 1968 por el físico estadounidense John Archibald Wheeler, alcanzaría con el correr de los tiempos. La idea de un cuerpo cuya masa fuese tan enorme que su gravitación retuviese incluso a la luz impidiéndole escapar de su influjo…
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