martes, 5 de enero de 2010

El deshielo que nos invade


Así es. Lo que para algunos es una amenza catastrosfista a muy largo plazo, para otros es una realidad tan evidente como el quedarse sin agua.
El glaciar Chacaltaya que, en lengua aymara, significa "camino del frío" ha desaparecido. Después de 18.000 años presidiendo los Andes bolivianos, el glaciar que llegó a albergar las pistas de esquí a mayor altitud del planeta, 5.300 metros, se ha extinguido por completo. El Chacaltaya comenzó a derretirse en los años ochenta, y las previsiones más pesimistas pronosticaban su desaparición antes del año 2015. No contaban, sin embargo, con que el hecho de que el ritmo del deshielo se ha triplicado en la última década debido al aumento de las emisiones de efecto invernadero.
Los glaciares son fundamentales en Bolivia, sobre todo durante la temporada seca, pues, mientras escasean las lluvias, los glaciares se van derritiendo lentamente y suministran agua potable para los bolivianos del altiplano, La Paz y El Alto. El 80% del consumo de agua en estas dos ciudades, que están entre las más importantes del país, provenía de los glaciares.
Mientras no canbiemos el sistema productivo y el tipo de energías a consumir, no actuaremos eficazmente contra el calentamiento global.


Una forma de enterarse de cuales son las posibilidades a nuestro alcance, podemos leer nuestro título Energías Alternativas, de José Antonio Dominguez, que ya va por su 3ª edición.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y mientras el director de Greenpeace en España lleva tres semanas en prisión por mostrar una pancarta en Copenhague con el lema "Los políticos hablan, los líderes actúan". ¡Tres semanas de prisión preventiva! Eso demuestra el estado de las cosas respecto al cambio climático: muchas conferencias (con sus respectivas dietas), muchos informes gubernamentales (bien pagados, por supuesto), pero luego, a la hora de definir los cambios... un documento de buenas intenciones firmado sobre papel de fumar y a seguir derrochando recursos.
Por fortuna, cada vez somos más los que no tragamos con el discurso oficialista que nos intentan vender.
Espero que todos tengamos buena suerte en el nuevo año.
Roger Ferrer Ventosa

ES dijo...

Efectivamente Roger, así es y lo único que se me ocurre es actuar como una mancha de aceite, poco a poco.